Estos pendientes únicos están hechos a mano en porcelana de alta temperatura, con un elegante tono rosa coral que evoca la calidez de los días soleados. Lo que los hace realmente especiales es su acabado en oro mediante la técnica ancestral del reflejo metálico: una capa de oro auténtico incrustada sobre el esmalte, cocida a más de 700 °C y re-oxidada cuidadosamente hasta emerger en un brillo dorado sutil, profundo y permanente.
Una técnica milenaria, utilizada por los persas para vajillas de lujo, que ahora llevas contigo transformada en joya.
Su diseño pegado a la oreja, con cierre de tornillo, aporta un estilo actual, cómodo y sofisticado, ideal para quienes prefieren piezas discretas pero con carácter. Están montados en plata de ley 925 y combinan a la perfección con el anillo a juego en forma de lágrima, que resalta con elegancia en cualquier mano.
Una joya ligera, resistente y única, perfecta para regalar o autoregalarse en cualquier ocasión especial.
🌸 Siente la historia en cada detalle.
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